Obispos, peronistas y macristas pidieron a Milei no recortar obras en villas y barrios populares

 Por Lucas Schaerer

“No se puede cortar por los más pobres. Estos es un pecado para la iglesia”. Las palabras fueron de monseñor Gustavo Carrara este martes, al mediodía, desde el primer piso de un centro comunitario de Cáritas llamado “San Francisco de Asís”, en el barrio La Iapi de Bernal Oeste, en la conferencia que defendió las obras del Estado nacional para las villas.

Carrara ostenta el cargo de ser segundo de la Arquidiócesis porteña y a su vez el obispo titular del Equipo de Curas en las Villas, algunos de ellos presentes como Lorenzo “Toto” Vedia de la Villa 21/24 de Barracas, Nicolás “Tano” Angelotti de Ciudad Evita La Matanza, o Gastón “Tonga” Colombres de Ciudad Oculta en Lugano.

En la conferencia el presidente de los obispos argentinos y titular de la diócesis de San Isidro, Óscar Ojea, se ubicó en el centro de la mesa para reivindicar a “Quintana y Carolina Stanley (ausente en la jornada) porque se sentaron en un verdadero ejemplo de diálogo y consenso, con nosotros en el medio (por la iglesia) y los movimientos populares del otro lado” porque “no tener domicilio te quita dignidad” y para su defensa del FISU (Fondo de Integración Socio Urbana) sostuvo que “se logró mucho” resaltando que “es imperioso el Estado en los barrios. Si no, aparecen los narcos”.

Mario Quintana, ex vicejefe de Gabinete del gobierno presidido por Mauricio Macri y fundador de una cadena de farmacias, defendió la mirada económica del presidente Javier Milei porque “debemos acomodar la macro, no tener déficit y lograr el superávit fiscal” pero advirtió que “no es cortando a los pobres”.

“No se puede cortar por los más pobres. Estos es un pecado para la iglesia”, se escuchó en el encuentro.

Fernanda Miño es villera de La Cava, partido de San Isidro, catequista y la última funcionaria responsable del fideicomiso para las obras en las villas. “El pobre ve que el Estado y los políticos se sirven de la necesidad. Pero esto fue distinto desde su origen con la presencia de la Iglesia acompañando, logrando apoyo de todos los sectores y por eso tomo las palabras del arzobispo de Buenos Aires (Jorge Ignacio García Cuerva) quien pidió respetar esta política pública llevada adelante por dos gobiernos distintos”.

El director ejecutivo de la ONG TECHO, Juan Maqueira, quien antes fue titular del Instituto de la Vivienda en el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, habló de la libertad. “No existe libertad sin un techo” y su relato fueron principios dados por el Papa Francisco para construir políticas como fue el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), con dos censos, y el fideicomiso que motorizó obras para la integración socio-urbana de las villas o barrios, como es el primer piso del Centro de Cáritas donde se realizó la conferencia.

Más narcos, menos obras

El narcotráfico en las villas y barrios populares, como su presencia en el Estado, fue eje central de los obispos Ojea y Carrara como de los ex funcionarios Quintana y Miño.

El dos veces presidente de los obispos, su mandato vence en noviembre, Ojea volvió a repetir que el narcotráfico es un “Estado dentro del Estado, que avanza de manera impresionante y que está proveyendo a los jóvenes de trabajo y droga. La finalidad es el comercio. Debemos terminar con este cáncer. Que no se repita en nuestra patria lo que ocurre en otros países latinoamericanos”.

“Los narcos son las peores lacras de la humanidad” afirmó el empresario y ex funcionario Quintana quien hizo un llamamiento “a la cultura del abrazo para ser mejores”.

El obispo que vive en un centro barrial y capilla del Bajo Flores dirigió un mensaje a la ministra de seguridad nacional, Patricia Bullrich, sin mencionarla directamente. “En El Salvador (de Bukele) se construyen cárceles para las pandillas. Más que eso debemos hacer prevención. Esto se hace integrando a los barrios populares”, cerró Carrara.

El presidente de los obispos argentinos, Óscar Ojea, se ubicó en el centro de la mesa.

Delante del panel, en primera fila, estaba sentada desde la ex ministra de Desarrollo Humano porteña, María Migliore, pasando por la muy citada y reivindicada, inclusive por Quintana, ex funcionaria en la Secretaria para la Integración Socio-Urbana (SISU), Fernanda García Monticell, junto a Nicolás Caropresi dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). También en el panel estuvo el primer secretario de la SISU, un economista de Ezpeleta formado en el extranjero, Sebastián Welisiejko, y la coordinadora del centro comunitario, Romina Segovia.

A modo de anfitrión estuvo el presidente de Cáritas Nacional y obispo de Quilmes, Carlos “Cacho” Tissera, lo acompañaron en primera fila el obispo emérito y salesiano, Juan Carlos Romanin, más atrás el obispo auxiliar y de la congregación de los “operarios diocesanos”, Eduardo Redondo, y la hermana de nacionalidad coreana de Villa Itatí, Cecilia Lee. También se acercó y acompañó el posterior almuerzo, el obispo de Avellaneda-Lanús, Marcelo “Maxi” Margni.

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